jueves, 15 de octubre de 2015

Resumen

UNA “PEDAGOGÍA DE LOS SENTIMIENTOS”:
EDUCACIÓN DE LA AUTOESTIMA EN
ESCENARIOS DE JUSTICIA TRANSICIONAL.

Las iniciativas de resolución de conflicto implementan mecanismos que promueven la rehabilitación del vínculo social a través de una recomposición de las visiones de los actores armados sobre la sociedad en la que actúan. Los principales factores de reproducción del conflicto se debe a las marcas históricas dejadas por largos periodos de subordinación social, que se refleja en segregación política, distinción socioeconómica, discursos que hacen de la diferencia a cualquier nivel un elemento sistémico de la exclusión, y manifestaciones de odio y resentimiento que al ser inherentes a la mecánica del conflicto lo hacen cíclico y un combustible perfecto para perpetuar las tensiones en cada sociedad. La justicia transicional, es  el mecanismo más efectivo en la resolución de conflictos contemporáneos, parece ofrecer herramientas que rehabilitan el tejido social, allí donde periodos de violencia prolongados han erosionado el vínculo social. Así pues, los procesos de justicia transicional plantean toda una serie de desafíos para la psicología, la sociología y la antropología. Esto plantea la necesidad de adecuar los procesos de justicia transicional a las condiciones socio histórico de cada contexto,  de forma que no se estropeen formas particulares en las que la memoria y el establecimiento de la verdad actúan por la vía de mecanismos psicológicos y emocionales, y los cuáles deben ser centrales en la recuperación del tejido social con base en el respeto mutuo. Al menos dos tendencias permiten dilucidar posibles perspectivas   que contribuyen a mejorar nuestra comprensión de las  propuestas pedagógicas idóneas. En primer lugar, trabajos que investiguen y reformulen las posibilidades de las instancias en las que la justicia transicional interviene y, en segundo lugar, más al nivel de otras representaciones sociales y políticas  que operan en el trasfondo de los resentimientos personales,
Familiares o colectivos. La justicia transicional no involucra dispositivos para atenuar el posible efecto de reanimaciones del resentimiento y el dolor en escenarios de posconflicto, en sus estrategias de resolución provee espacios para gestar formas de disminuir posibles recaídas en situaciones emocionales. Para la justicia transicional, el ámbito de la negociación y reacomodación jurídica es inseparable del despliegue de estrategias dialógicas en las que el perdón, el olvido y la vocalización de las tensiones sociales son necesarios para su reconocimiento y solución, y resultan en complementos centrales que, en general, integran el tratamiento para conflictos normalmente identificados como intratables (Summers, 2012). Este artículo aborda algunos de los problemas centrales que plantea la implementación de un proceso de negociación basado en la justicia transicional En este trabajo se señala la importancia de reducir el impacto de
estas fuentes estructurales de la intolerancia, pues en últimas pueden ser un factor que, si no frustra, al menos puede deshabilitar algunos de los mecanismos de la justicia transicional en el mediano y largo plazo. En primer lugar, se hace un examen del conflicto en una doble perspectiva; de una parte, por la importancia que tiene en el vínculo social en tanto es una condición natural en la interacción humana en sociedad; de otra, por los efectos perturbadores que puede tener en la rehabilitación del tejido social, en particular por factores circunstanciales que pueden favorecer o impedir el reflorecimiento de un contrato social basado en la tolerancia y aceptación de largos periodos históricos de violencia, como los que entabla la justicia transicional allí donde es efectiva. En segundo lugar, se aborda la justicia transicional en los términos genéricos de sus postulados y las estrategias de resolución que se implementan en escenarios de conflicto/posconflicto. en de los sentimientos que interactúan en todo proceso de conflicto un problema central como lo es el desconocimiento sistemático prolongado, se abordan también algunos de los factores que impiden o fracturan la efectiva puesta en operación de los mecanismos de la justicia transicional, enfatizando en aspectos que han quedado excluidos de los marcos institucionales.
 Peter Wallensteen (2002, p. 13) define el conflicto como “un proceso social en el que al menos dos partes se enfrentan por accederla mismo tiempo a recursos que son limitados”, concepto del que podemos identificar al menos tres elementos básicos: actores, posiciones contrapuestas y una conducta abierta a la confrontación. Sin embargo, cuando estos factores se articulan con el telón de fondo que ofrece un sistema político que es incapaz de articular la participación de la base amplia de los ciudadanos a través de los modelos de representación adecuados, nos encontramos fácilmente con  grupos autodenominados excluidos que tienden a dejar de interiorizar todos aquellos valores y normas que les resultan opresoras (Burton, 1997).
La comunidad internacional ha entendido que el proceso de resolución de un conflicto violento no puede centrarse exclusivamente en el debate respecto a los fines perseguidos por los actores que activamente participan en él. Un conflicto armado interno o el proceso de instauración de una dictadura son fenómenos que tienen consecuencias no solo para los actores que expresamente se asumen como partes activas. En particular, las nuevas dinámicas de las confrontaciones armadas señalan que la mayor parte de los efectos negativos de las mismas recaen esencialmente en la sociedad civil (Kaldor, 2001).
La justicia transicional ha venido incluyendo el aspecto de los sentimientos que albergan víctimas y victimarios en contextos de violencia política y confrontaciones prolongadas. De este modo, el desinterés por el estudio de la importancia de los sentimientos y aspectos emocionales y psicosociales en este tipo de procesos es algo que se ha venido superando progresivamente, la pedagogía ha sido una de las principales pautas para descifrar los mecanismos idóneos en cada país, y ha permitido inducir la sociedad en una revisión de los factores que están en juego durante episodios de violencia, la sensación de frustración e impunidad con la que quedan civiles y militares en algunos casos indica algunos problemas en la implementación de la justicia transicional La visceralidad de la violencia política estructurada en el tejido social y simbólico instaura, por lo general, un desorden de los actores que se nutre de, al menos, tres aspectos que merecen nuestra atención. Primero, una memoria fragmentada del pasado personal y colectivo. Segundo, una percepción de lo político como un ámbito ajeno en el que las ideologías y las instituciones no representan una fuente de posibilidades sino el origen mismo de las limitaciones en el accionar, pensar y sentir. Finalmente y, como resultado de los anteriores, una erosión de los aspectos subjetivos que estimulan el vínculo social, particularmente aquellos que inducen a los individuos a adoptar posiciones y defenderlas.

Los diferentes mecanismos de resolución de conflictos implementados a través de la justicia transicional (verdad, justicia y reparación), arroja luz sobre las principales carencias que limitan su impacto. En primer lugar, las estrategias educativas adoptadas tienden a caer en un desmedro con el paso del tiempo, en virtud de la superación progresiva de los efectos más visibles del conflicto, que dejan una idea parcial de superación del fenómeno, aunque sus raíces perviven en la forma de traumas y resentimientos sociales e individuales que solo afloran con los años. En segundo lugar, la trayectoria de institucionalización de los procesos pedagógicos inherentes a la justicia transicional depende en general de un compromiso tenue de los profesionales en psicología y docencia, que interrumpe la continuidad de los procesos, o que fragmentan las estrategias mismas en términos de diseño y/o ejecución.

5 comentarios:

  1. Mencionaste dos autores en el mismo párrafo. El numero de pagina se pone al final de la cita ya que el autor esta inmerso. en relación a todo lo demás, me agrado, felicidades.

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  2. Mencionaste dos autores en el mismo párrafo. El numero de pagina se pone al final de la cita ya que el autor esta inmerso. en relación a todo lo demás, me agrado, felicidades.

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  3. Respuestas
    1. Para el núm. de pág. se coloca al final.
      Buena observación, Miguel.

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